20.9.09

La villana de al lado




"Viste como golpeaban y maltrataban a tu hermana..."
Y no hiciste nada.



- Pensé que era una película de terror.
Dijo un poco desilusionada la chica de la butaca de al lado. Qué inesperado cambio de género.
- Resulta que es más drama que terror.
Concluyó, terminando sus cotufas y disponiendo su postura temporal a digerir otros contenidos, visto ya que no habría ni gritos ni exageradas palpitaciones.

"Pues yo sí creo que es de terror" pensé.
La peli es "El Encierro" (An American Crime, 2007 - Tommy O'Haver) Bien terrorífica. Si no lo creen, lean qué de la vida real la inspiró.

No brincarás de tu asiento pero te retorcerás por dentro al ver el espectáculo de una mente laberíntica (que podría ser de cualquiera que conozcas, de hecho) y la ejecutoria de la crueldad te dejan frío en la butaca. Y todo a cargo de un ser humano. No de un alienígena, o de un serial killer o un caníbal, sino una mujer de carne y hueso que sufre, padece, y plancha la ropa de otros para medio sobrevivir. Un ser humano devorado por sus propios e infinitos tormentos.

Entonces para qué verla. En mi opinión, para ver a una mujer de la vida real brillantemente interpretada por una actriz que atinó dándole una vulnerabilidad y una contradictoria vibración a su personaje. La absorbente interpretación actoral de Catherine Keener se adueña de un complejo personaje que lograr sembrar un terror interior, que resuena en muchas preguntas que se quedan sin respuesta. Igualmente admirable el trabajo de la joven Ellen Page, conocida por Juno.

Más allá de los hechos concretos narrados en el filme (el caso de Gertrude Baniszewski en Indiana, años 60), recomiendo esta experiencia cinematográfica (deprimente) porque perfectamente pudiera ser una ilustración del miedo.
En una escala más grande, An American Crime termina siendo una ilustración del inexplicable y corrosivo efecto del miedo cuando se instala en una familia, en una pareja, en un grupo humano, en una sociedad. Un retrato de esa parte de la naturaleza humana relacionada con nuestra capacidad destructora, nuestra potencialidad agresora, abusiva, irresistiblemente perversa.

Una peli imperdible para todos los interesados en la conducta humana, los vericuetos de la mente y sus "desequilibrios" y para los amantes de los acertijos de la interpretación actoral.

¿Cuánto puede transformarse un individuo ante el poder ilimitado de hacer daño si llegase a detentarlo?

Puede que no sea una película "de terror" de esas que explotan la taquilla. Pero ciertamente lo es porque atañe a lo que pudiéramos ser pero no quisiéramos jamás ser o experimentar. El miedo, el silencio cómplice o cobarde, existen. Son una realidad.
Y qué es o no es crimen, ¿torturar o callar?

Además, nadie me va a decir que esta señora actriz Keener no resulta a la larga bien scary de verdad. Y pensar que todo eso pasó de verdad...

9.8.09

Manantiales subterráneos


Playa del Futuro (Peter Lichtefeld, 2005) me la obsequió mi hermana. Hoy Domingo la ví y puedo decir que le podría gustar a muchas personas, espero, pero especialmente le gustará a todo el que tenga entre sus pasatiempos ser un espectador-pescador: es una oportunidad cinematográfica confeccionada con creatividad para hablar sin estridencias, con el silencio incluso. Una peli que se siente inspirada en el afecto personal por situaciones o lugares específicos y experiencias cercanas al corazón de quien la concibió o llevó a cabo. De alguna manera eso se percibe en momentos contemplativos de la peli, intercalados aquí y allá, para nuestra alegría :-)


Personalmente me parece que por el lado de los temas que presenta y explora es donde se halla buena parte de su fortaleza; pero igualmente, es una película que disfruté porque gracias a su estilo narrativo, el protagonismo no pertenece a ningún personaje o grupo en particular sino que todo funciona como un agradable concierto donde en un determinado momento, cada instrumentista se aferra a su pequeño turno de hacer una "descarga" (así le decimos en Venezuela :-) y lucirse pues, ante un público ansioso de ver qué tiene cada virtuoso por dentro y qué tiene para mostrar. En Playa del Futuro, este estilo de contar permite que el efecto global sea equilibrado, con personajes que son personas de carne y hueso que logran tocarnos de alguna manera con su individual, única y revelada muestra de arte, impulso y actitud. Todos participan, todos son comensales en una mesa en la que uno participa también si quiere y se disfruta adivinando, o intentando adivinar, rápidamente en sus rostros de dónde pueden venir y/o hacia dónde quieren ir.

El ambiente geográfico es desértico y es hermoso, callado y dispuesto a recibir, y a veces parece un "decorado" inmóvil, encuadrado de manera amplia para terminar enfocándonos en la persona que lo transita y que lleva un sueño concreto en el momento, detrás del cual se mueve con decisión y con pasión.

A los pescadores de temas, qué tal éstos:

Sueños idealizados de la juventud que, aparentemente muertos, nos han mantenido vivos; la madurez entendida como una nueva oportunidad real de encontrar un sentido profundo a la vida; la honestidad en las relaciones -incluida la relación con uno mismo- como la mejor política, como dicen; el eterno movimiento y cambio de la vida, el secreto de la realización personal como una combinación de experiencia-conciencia-actuación oportuna, sin olvidar un importante aderezo: el movimiento y la intemporalidad como una de las pocas cosas verdaderamente verdaderas...

¿Qué tal? Eso fue algo de lo que pude pescar en mi primera visita a Playa del Futuro, que me hizo sonreír genuinamente más de una vez, particularmente al recordar algo de la película La Fiesta de Babette, que tanta felicidad me dio un día en el Ateneo de Caracas, y de la novela de Joanne Harris "Coastliners", ésta con sal y mar de verdad verdad :-)

Como Playa del Futuro es una película que resuena de muchas maneras, invita a seguirla viendo para pescar más sorpresas. Espero hacerlo en algún momento pronto.

27.6.09

El viento que se irá

Hay vientos de vientos. Cuando pequeña me gustaba el viento de la playa, o de la montaña que acompañaba la ruta hacia la colonia de alemanes, el viento que formaba remolinos en un patio. Hoy amo el viento repentino que precede a la lluvia rápida y tajante de Caracas. He conocido varios vientos, acá en Venezuela y ocasionalmente, fuera de mi país. El viento viene de pronto y refresca, anuncia cosas, o se lleva cosas.

Esta película titulada en inglés "The Wind That Shakes the Barley" (literalmente El viento que agita la cebada y titulada en español El viento que acaricia el prado)...



The Wind that Shakes The Barley trailer
Cargado por ifcfilms. - Videos de arte y animación.


Es una película que muestra las hendiduras, los abismos y las rabiosas heridas que se abren como consecuencia de la intrusión y el acoso de la política y la guerra (hasta en sus novedosas, mediáticas, tecnológicas, encadenadas modalidades del Siglo XXI) en el espacio más íntimo y personal.

Retrata la transición a ese momento en que la política/guerra se incrusta en el alma, en el cuerpo, entre hermanos de una misma familia, de una misma tierra. Una historia que quienes hoy día padecemos la tragedia de la división estimulada y exacerbada desde el poder, sabemos reconocer, y no sin dolor.

Fue esta película la última que vi en la Sala de Arte y Ensayo Margot Benacerraf del Ateneo de Caracas en Enero del año pasado (2008). "La Margot" fue parte de mi vida desde por allá por los años 80 cuando, junto con la Universidad Central de Venezuela, el Ateneo formó parte de un binomio de formación humanística que plantó semillas que siempre me han acompañado y sé que seguirán.

Y mientras más viento tenga en contra, más tendré que cuidarlas dentro de mis bolsillos, para que no se me vayan.

Ese día del año pasado, de alguna manera supe que sería la última vez y así fue. La última vez que esa sala generosa y yo nos encontramos.

Hoy pasa por Venezuela un viento tóxico, desgarrante, por esta ciudad mía, nuestra, que borra nuestros contornos, se lleva nuestros nombres escritos a mano con la caligrafía mutante de la niñez, la juventud y la madurez. Es un viento empeñado en barrer los recuerdos, los espacios de solaz, de paz, los más íntimos, los más fructíferos y fértiles.

Un viento que asola, despoja, desaloja, corroe pertinaz nuestra certeza de pertenencia, para volverla, (para volvernos) simplemente una ilusión de pasado.

Un viento que ha pasado antes por otros valles, otras llanuras, otros escenarios, durante eso que se llama la historia. Un viento que tendrá que irse.

Y que se irá.

Gracias Ateneo de Caracas, por todo lo que recibí de ti.
Mil veces gracias.

11.6.09

Heroínas de la tradición


Más allá de lo que pueda opinarse, reflexionarse o analizarse sobre ellas, hay películas que pueden resultar una gimnasia interesante, al rozar las expectativas y condicionamientos que
portamos junto con el ticket de entrada, queriendo o no.
Me pasó con "Arranged", que forma parte del Festival de Cine
Judío de Caracas (del cual también he visto "Medusa" y "La Cámara Oscura"). Pueden ver la sinopsis aquí.

Yo sólo diré que me pregunté cuán sincero puede uno ser, cuán abierto se está realmente dispuesto a ser, cuánto más contemplativo y menos sentencioso o invasivo, frente a eso que se llama la "diversidad".
Directo al grano, diré que me preguntaría cuán flexible cómo mujer/espectadora puedo realmente ser para ver, sin juzgar, a dos mujeres jóvenes abrazar sin disculpas sus creencias religiosas y apegos familiares y tradicionales, sin caer (yo) en la tentación de usar verbos como "sucumbir", "someterse", "sacrificarse", etc.
Y me preguntaría cuán abierta está y podría llegar a estar mi mente para apreciar la belleza de los símbolos de -estas dos mujeres- sin juzgarlas, sin caer nuevamente (yo) en la tentación de tildarlas de conformes o aburridas.
Cuántas historias de heroínas que luchan y se liberan de yugos familiares, representados por padres estrictos y entornos castradores... Cuántas hemos visto. Cuántas historias cuyo desenlace heroico consiste en una "liberación" ganada con el precio de la separación dolorosa, incluso violenta, de las propias raíces. Historias que han apelado a la fibra de natural rebeldía de quien las ve... Pero que poco preparan para la serena aceptación de quien simple, serenamente, no transgrede. Porque su búsqueda no consiste en la disonancia. Se muestran y genuinamente parecen ser felices, en lo ancestral, ubicadas en el presente.
Así entonces, qué pasa cuándo la fuerza interior de nuestras heroínas, no exenta de rebeldía, no exenta de personalidad, decide conscientemente expresarse -precisamente- en la perpetuación, en el ritual, en una interesante mezcla de conservar el pasado e inevitablemente "mestizarlo" con rasgos de un siglo nuevo que apenas está comenzando.

12.4.09

Santas Películas







Mi ciclo de películas esta Semana Santa comenzó con La Noche del Cazador (The Night of the Hunter, 1955). Continuó el Viernes Santo con La Canción de Bernadette (The Song of Bernardette, 1943); el Sábado Santo con El Evangelio Prohibido (Mary, 2005) y terminó el Domingo de Resurrección con El Milagro de Henry Poole (Henry Poole is here, 2008) .Todas buenas películas, muy distintas obviamente, todas valiosas por diferentes razones, cada una merecería un comentario aparte.

Solo diría por ahora que con The Night of the Hunter (en mi opinión la mejor como obra cinematográfica de las cuatro que menciono) tiene una (entre varias) escena memorable sobre ciertos tatuajes de Amor y Odio, que coloco por acá, con este actor llamado Robert Mitchum, que no sé por qué me recuerda a Bill Murray. Otra escena que me quedó resonando, además del viaje de los niños por un río, en una especie de hermoso ritual visual y musical, es el dúo que hacen Robert Mitchum y Lilian Gish con la canción "Leaning"... La eterna lucha entre el "bien" y el "mal".

Con mi madre vi Bernardette, una historia sobre la felicidad y la profunda necesidad de creer y el compromiso también en que ello nos coloca. ¿Creer? ¿No creer? Para Bernardette este dilema no existía... ¿Para cuántos de nosotros sí?

Bien, ese tema me siguió el sábado con Mary: El Evangelio Perdido, una cinta más compleja, sobre la cual espero comentar en otro post pues es del tipo de obra cuya vocación es claramente hacer preguntas al espectador, no responderlas. El tema es la fe, de qué fuente proviene y qué papel tiene le asignamos en la vida, realmente cuánto y cómo pensamos en ella. Magnífica Juliette Binoche como siempre y ni hablar de Forrest Whittaker, que se entrega en un monólogo muy sentido retratado con una cámara que siempre duda, siempre se mueve y se balancea, y explora los rostros más cerca casi imposible.

Finalmente, una nota más ligera, no sin su peso dramático también, me llegó Henry Poole, un personaje también colocado por la vida en un momento donde la fe puede, o no puede ser, una tabla de salvación. Cercana por cierto me pareció esta peli, por un punto de vista muy latino de inclinarse a la fe, por la sencillez y espontaneidad de Esperanza, un personaje clave, por reconocerme en ciertas situaciones humorísticas que allí suceden y he visto pasar en la vida real.

Sin quererlo, sin realmente mucho pensarlo, me he topado pues con estas 4 generosas y recomendables películas, que les recomiendo mirar en algún momento... ¿Quizás la próxima Semana Santa?




1.3.09

Cine de los 70: Harold and Maude


Esta recomendación la saqué del libro "Cine de los 70", un regalo navideño del 2008 de mis padres. Harold and Maude (Hal Ashby, 1971).

Varias razones para verla: se volvió un clásico de las "parejas disparejas", además tiene mucho de película de "iniciación" (coming of age movies), interesante para jóvenes cinéfilos; es comedia negra, tiene a Ruth Gordon ("El bebé de Rosemary"), el soundtrack es de Cat Stevens... Aquí dejo parte de la letra en inglés del tema principal "If You Want To Sing Out, Sing Out" y si encuentran la peli por ahí, no se la pierdan.

"Well, if you want to sing out, sing out
And if you want to be free, be free
cause theres a million things to be
You know that there are
And if you want to live high, live high
And if you want to live low, live low
cause theres a million ways to go
You know that there are
You can do what you want
The opportunity is on
And if you can find a new way
You can do it today
You can make it all true..."



25.1.09

Cruces y posibilidades




Es posible que Gabrielle (Audrey Hepburn) y Chuck (Tom Hanks) se crucen en sus historias por un momento.

Obviamente separados por una distancia temporal The Nun's Story (Fred Zinnemann, 1959) y Cast Away (Robert Zemeckis, 2000), en su contexto, ambos personajes se detienen un momento, miran su horizonte, antes de continuar hacia una vida nueva. Los dos vienen de regreso de un intenso viaje interior, que lo abarcó todo, a través del cual se han despojado de una vida ahora pasada. Su identidad fue sometida a pruebas extraordinarias, propias de los límites. Han conocido el efecto depurador del silencio absoluto y de la mirada enclavada en el interior de uno mismo, por requisito o circunstancia.

Lo cierto es que los finales de ambas películas están hechos de un material vibrante: el de las posibilidades.

Claro que nada en común tiene el relato de Gabrielle con el de Chuck pero las imágenes de cierre de las películas que los alojan viajan en el sentido de un nuevo comienzo, derivado de una profunda revisión de la vida y la reafirmación de la pasión de vivir.
Es el instante en que abrazan esa pasión, honestos, victoriosos por haber recorrido un minucioso examen de su propia naturaleza. Los sostiene una fortaleza que fue ganada a fuerza de silencio, conflicto, riesgo.

Chuck y Gabrielle probablemente tienen ante sí una puerta y unos caminos abiertos que conducen a su vez a muchas puertas y caminos. Ha sido un renacimiento, con su posibilidad de volver a elegir, y esta vez van sin apegos, sin accesorios, sin equipaje, sin vestigios, sólo con su ser enfocado y liviano de dudas...

Hacia caminos abiertos de posibilidad.

18.1.09

Teatro Avila, 1939: El Gran Vals


Hoy ví esta película (The Great Waltz, 1938) con la cual fue inaugurada la espectacular sala del cine Avila en Caracas en 1939. Es un musical inspirado en Johann Strauss y ésta es una de las escenas que más destaca por su belleza: se refiere al momento en el cual el compositor y su acompañante la soprano Carla Donner crean el vals Cuentos de los Bosques de Viena. ¡Excelente! Disfrútenla...



Cines de Caracas aquí...
El Cine Avila fue durante muchos años el sitio de las premieres de los musicales de MGM. También fue el cine donde se estrenó Lo que el viento se llevó, en 1940. Estaba en el centro de Caracas, Av. Sur 4, entre las esquinas de Bolsa y Mercaderes, cerca del Metro Capitolio.