2.4.06

Termina en dance



Hoy, extremely light.
Sólo porque me trajo recuerdos de adolescencia, tiempos cuando para ser un(a) adolescente que se respetara había que saber de todo lo que terminara en dance -Dirty Dance, Flashdance, Breakdance, etc.- o tuviera que ver con baile coreografiado -Roller Boogie, Footloose, Fame, etc. etc.- (qué me falta, ¿Grease? No, eso es otra cosa. Grease es Grease).

Pero bueno, si como yo conservan fragmentos dance en su disco duro mental, chequeen Espera al último baile (Save the Last Dance - Thomas Carter, 2001). Adivinen qué. Una chica talentosa quiere estudiar ballet pero algo se lo impide. Menos mal, porque así se pasa la película ensayando pasos de hip-hop, mientras disfrutamos del soundtrack y vemos cómo la aceptan en Julliard tras una audición donde mezcla ballet y hip-hop que termina por derretir al Jurado. Nada nuevo, pero es entretenida, inteligente, bien producida (MTV) y coreografiada (Fatima Robinson). Por momentos se aparta del típico drama romántico de bachillerato. En la trama romántica dejaron colar el tema racial, y se puede decir que lo hacen decentemente, sin explotarlo. Nuestra heroína es blanca y poco a poco va haciéndose un espacio dentro de la cultura negra urbana que la rodea.

La chica es la actriz Julia Stiles y se nota que “se fajó” pues en un muy alto porcentaje evitó el uso de dobles. También trabajó fuerte Sean Patrick Thomas, y ambos hacen una pareja juvenil interesante. Valoro cuando los actores nos obsequian talentos adicionales, como recientemente hicieron Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon en Walk the Line. A veces son pequeños regalos inesperados, como Andie McDowel cantando Sittin' By the Side of the Road en “Michael”, Adam Samdler con I feel pretty en “Anger Management” o Meryl Streep bailando en “Dancing at Lughnasa”, por ejemplo.

Save the Last Dance no tendrá el impacto ni la adrenalina de todas las terminadas en “dance” de mi adolescencia, pero tampoco está mal. Ofrece más de lo que aparenta.

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