8.7.06

Desacelerar...


¿Cuánto retrocedería el tiempo si desaparece súbitamente una autopista interestatal? (Digamos… ¿De un día para otro? De zopetón, sin autopista, sin viaductos, habría que transitar las rutas de los antepasados: caminos y carreteras viejas, curvas, abismos, espantos, verde lluvioso y tierra seca, lentitud.)
Habría que DESACELERAR. DESACELERAR.

Me dispuse a pasar un rato de comedia Disney-Pixar. De una vertiginosa pista de carreras, que es donde comienza Cars (John Lasseter, 2006) fui a parar a Route 66… “It winds from Chicago to L.A., more than two thousand miles all the way… Get your kicks on Route Sixty-Six…”

Y lo más curioso: Cars luce carrocería de comedia, pero su verdadero yo es un drama. A los más chiquitos les extrañará su ritmo: arranca veloz, agarra una larga pausa y sólo retoma su energía hacia el final.

Rayo McQueen es el protagonista de esta película donde hasta los insectos son carros. Radiator Springs es un pueblo fantasma olvidado por el tráfico incesante de la autopista. Allí tiene lugar la experiencia vital que cambiará “el rumbo” de un carro arrogante obsesionado por su carrera, éxito, imagen y fama.

Cars es una historia que anhela“un antaño mejor”. Una visión romántica de pueblitos donde nunca pasa nada y adonde los que se fueron a la gran ciudad regresan para reflexionar y replantear su vida. Como película familiar, incluye anécdotas de lealtad, gratitud, amistad, consideración hacia los mayores, respeto a la experiencia, etc. Interesante que sean precisamente unos automóviles animados (en la vida real símbolos poderosos de -valga la redundancia- PODER) quienes relaten esos valores.

Encontramos en Cars algo de "¿Qué hemos perdido/sacrificado por el progreso…?" Y también algo de Meg Ryan aferrándose a un “pasado” más “humano” en Tienes un E-Mail, mientras el pez grande se come al chico. (En Cars, vean a Rally, la Porshe 2002, una estresada abogada de Los Ángeles que decidió “cambiar de vida” mudándose a Radiator Springs para montar un hotel llamado El Cono Acogedor…).

Divertida y recomendable pero creo que larga y sin suficientes bromas visuales para niños muy-muy pequeños. Del soundtrack destacan Life Is a Highway (Rascal Flatts), Our Town (James Taylor) y Find Yourself (Brad Paisley). Cuando comienzan los créditos finales entra una secuencia muy especial. Cars está dedicada a Joe Ranft, escritor y codirector, fallecido en un accidente de tránsito el año pasado.

ALTAMENTE RECOMENDADO: El corto que precede a Cars. Se llama Hombre Orquesta (One Man Band - Mark Andrews y Andrew Jiménez, 2005) y juro que hubo más carcajadas durante el corto que en toda la película.

1.7.06

Octavitas de El Código



He visto un par de películas después de El Código Da Vinci que me devuelven a su elenco.

Son dos pequeñas: 1) Orange County (2002, Jake Kasdan) una comedia sobre un recién graduado que quiere ir a Stanford y 2) Wimbledon (Richard Loncraine, 2004), una comedia romántica sobre un jugador de tenis profesional, protagonizada por Kirsten Dunst y Paul Bettany (el siniestro monje que se daba latigazos en El Código…).

Para alguien que no sabe absolutamente nada de tenis (como yo) Wimbledon me dejó sonriendo. Me hizo entrar en la mente de un jugador de 31 años, vivir el momento de conflicto entre su destreza y su confianza y sufrir con él la presión por ganar. Las escenas de juego parecen bien hechas y emocionantes (dentro de lo que cabe... es TENIS). En cuanto a Orange County, básicamente uno se recrea con las apariciones fugaces de un casting de lujo en una historia sobre el momento crucial de escoger carrera: Kevin Kline, Chevy Chase, Lily Tomlin (fabulosa en una de las escenas excluidas), Catherine O'Hara, John Lithgow, Ben Stiller, Harold Ramis, Jane Adams, Garry Marshall y Mike White (guionista). Ignoraba que los chicos protagonistas eran hijos de famosos y me pasé toda la película preguntándome "pero ¿dónde he visto yo a esta gente?" Después supe que Colin Hanks es hijo de Tom Hanks y Schuyler Fisk es hija de Sissy Spacek. El director es también un veinteañero, hijo del director (papá) Lawrence Kasdan. El rol más divertido fue el de Jack Black.

Aunque lo parece bastante, Orange County no es otra comedia de teens americana. Wimbledon no sobresale en su género pero tiene estilo y le pone una cara amable al tenis y al torturado villano de El Código Da Vinci. Participa Sam Neil y está dedicada a Mark McCormack, fundador de IMG y pionero del marketing de deportistas.

Entretenimiento light que hace sonreír, para una tarde sin mucha acción.