19.5.06
Península (mágica) de sal
Si pudiera enviar un e-mail a Margot Benacerraf le diría que su Araya sigue, intacta, esparciendo su magia.
O si no por qué, mientras la veía, se me metió en la cabeza que un día alguien como Johnny Depp o Antonio Banderas hará una aventura filmada en el mar Caribe y Araya, entre destellantes pirámides blancas, como intrépidos ladrones de sal de la época en que el Rey de España mandó a construir una fortaleza para proteger su lucrativa salina de los corsarios, porque la sal era tan preciosa como el oro.
Alguien como Penélope Cruz, Leonor Watling o Natascha McElhone algún día hará de Carmen, una escultora famosa que vuela a Araya desde Madrid o Nueva York, y se reencuentra de golpe con la lejana península donde nació. Como una nueva Oriana, revisitará el desierto de sol, mar y sal donde una vez fue una niña que recogía caracoles y visitaba el cementerio con su abuela, la alfarera de múcuras, para llevar caracoles a los muertos porque, en ese desierto de sal, las flores son imposibles.
Algún día, alguien como Orlando Bloom o Joaquin Phoenix, romperá su cerrado destino de salinero o pescador, pescador o salinero, y desafiará las barreras invisibles que lo separan del mundo: el cerco de la pequeña aldea de casitas de sal, donde nunca pasa nada, nada crece, nada cambia...
Ese día, se encontrará el ojo poético de Margot con la mirada del(la) director(a) de una nueva gran película filmada en la mina de sal.
Araya (Margot Benacerraf, 1959), es el documental que le valió a la venezolana Margot Benacerraf un premio en Cannes. Un trabajo impecable de observación y testimonio de 24 horas en la vida de los salineros de la península de Araya. Narrada por José Ignacio Cabrujas, es una historia que puede contener muchas historias, y estimula la imaginación por su poesía, su música, su detalle y la sincronía de recursos que, con razón, la hacen perdurar.
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1 comentario:
Margot Benacerraf esta ainda viva ?
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