1.7.06

Octavitas de El Código



He visto un par de películas después de El Código Da Vinci que me devuelven a su elenco.

Son dos pequeñas: 1) Orange County (2002, Jake Kasdan) una comedia sobre un recién graduado que quiere ir a Stanford y 2) Wimbledon (Richard Loncraine, 2004), una comedia romántica sobre un jugador de tenis profesional, protagonizada por Kirsten Dunst y Paul Bettany (el siniestro monje que se daba latigazos en El Código…).

Para alguien que no sabe absolutamente nada de tenis (como yo) Wimbledon me dejó sonriendo. Me hizo entrar en la mente de un jugador de 31 años, vivir el momento de conflicto entre su destreza y su confianza y sufrir con él la presión por ganar. Las escenas de juego parecen bien hechas y emocionantes (dentro de lo que cabe... es TENIS). En cuanto a Orange County, básicamente uno se recrea con las apariciones fugaces de un casting de lujo en una historia sobre el momento crucial de escoger carrera: Kevin Kline, Chevy Chase, Lily Tomlin (fabulosa en una de las escenas excluidas), Catherine O'Hara, John Lithgow, Ben Stiller, Harold Ramis, Jane Adams, Garry Marshall y Mike White (guionista). Ignoraba que los chicos protagonistas eran hijos de famosos y me pasé toda la película preguntándome "pero ¿dónde he visto yo a esta gente?" Después supe que Colin Hanks es hijo de Tom Hanks y Schuyler Fisk es hija de Sissy Spacek. El director es también un veinteañero, hijo del director (papá) Lawrence Kasdan. El rol más divertido fue el de Jack Black.

Aunque lo parece bastante, Orange County no es otra comedia de teens americana. Wimbledon no sobresale en su género pero tiene estilo y le pone una cara amable al tenis y al torturado villano de El Código Da Vinci. Participa Sam Neil y está dedicada a Mark McCormack, fundador de IMG y pionero del marketing de deportistas.

Entretenimiento light que hace sonreír, para una tarde sin mucha acción.

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