¿Cuánto retrocedería el tiempo si desaparece súbitamente una autopista interestatal? (Digamos… ¿De un día para otro? De zopetón, sin autopista, sin viaductos, habría que transitar las rutas de los antepasados: caminos y carreteras viejas, curvas, abismos, espantos, verde lluvioso y tierra seca, lentitud.)
Habría que DESACELERAR. DESACELERAR.
Me dispuse a pasar un rato de comedia Disney-Pixar. De una vertiginosa pista de carreras, que es donde comienza Cars (John Lasseter, 2006) fui a parar a Route 66… “It winds from Chicago to L.A., more than two thousand miles all the way… Get your kicks on Route Sixty-Six…”
Y lo más curioso: Cars luce carrocería de comedia, pero su verdadero yo es un drama. A los más chiquitos les extrañará su ritmo: arranca veloz, agarra una larga pausa y sólo retoma su energía hacia el final.
Rayo McQueen es el protagonista de esta película donde hasta los insectos son carros. Radiator Springs es un pueblo fantasma olvidado por el tráfico incesante de la autopista. Allí tiene lugar la experiencia vital que cambiará “el rumbo” de un carro arrogante obsesionado por su carrera, éxito, imagen y fama.
Cars es una historia que anhela“un antaño mejor”. Una visión romántica de pueblitos donde nunca pasa nada y adonde los que se fueron a la gran ciudad regresan para reflexionar y replantear su vida. Como película familiar, incluye anécdotas de lealtad, gratitud, amistad, consideración hacia los mayores, respeto a la experiencia, etc. Interesante que sean precisamente unos automóviles animados (en la vida real símbolos poderosos de -valga la redundancia- PODER) quienes relaten esos valores.
Encontramos en Cars algo de "¿Qué hemos perdido/sacrificado por el progreso…?" Y también algo de Meg Ryan aferrándose a un “pasado” más “humano” en Tienes un E-Mail, mientras el pez grande se come al chico. (En Cars, vean a Rally, la Porshe 2002, una estresada abogada de Los Ángeles que decidió “cambiar de vida” mudándose a Radiator Springs para montar un hotel llamado El Cono Acogedor…).
Divertida y recomendable pero creo que larga y sin suficientes bromas visuales para niños muy-muy pequeños. Del soundtrack destacan Life Is a Highway (Rascal Flatts), Our Town (James Taylor) y Find Yourself (Brad Paisley). Cuando comienzan los créditos finales entra una secuencia muy especial. Cars está dedicada a Joe Ranft, escritor y codirector, fallecido en un accidente de tránsito el año pasado.
ALTAMENTE RECOMENDADO: El corto que precede a Cars. Se llama Hombre Orquesta (One Man Band - Mark Andrews y Andrew Jiménez, 2005) y juro que hubo más carcajadas durante el corto que en toda la película.
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